¿Qué significa que el PRO haya sacado 47,1% de los votos en la primera vuelta de las elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires? ¿Qué lectura podemos hacer de este resultado?
¿Acaso el gobierno de Mauricio es responsable del ‘buen pasar’ de esa cantidad de personas? ¿Va a ser beneficiada toda esa gente por el futuro gobierno PRO?
Ante el resultado, al ver esa enorme cantidad de votos, surgieron comentarios de gran dureza hacia quienes viven en Capital; nosotros creemos que de nada sirve estigmatizar al electorado porteño. Pero también creemos que el voto capitalino merece algunas consideraciones:
En una primera observación puede afirmarse que una apreciable parte de los ciudadanos de “buen pasar” viven o tienen domicilio en las zonas paquetas de la ciudad; desde un punto de vista ideológico resulta coherente que éstos coincidan con las políticas llevadas a cabo por Mauricio Macri, como el financiamiento de la escuela privada en desmedro de la pública, y puede incluso que la bandera de “no intervención del estado en el mercado” le resulte agradable y beneficioso a ese sector. Ahora bien, al conjunto de personas que viaja cotidianamente en los subtes porteños a horas pico, a los pequeños comerciantes y asalariados, incluso a los que tienen un empleo en negro o cuentapropista, ¿cuánto les favorece el gobierno de Macri?
No vamos a discutir ni argumentar (en esta oportunidad) sobre lo inconveniente de las políticas neoliberales, esta proclama no está dirigida a convencer al electorado esencial de Mauricio; de sus políticas sólo vamos a afirmar que estamos convencidos que el gobierno PRO no beneficiará a quienes viven de un sueldo, ni tampoco a sectores que superan con considerables porcentajes la media de ingresos. Que la mitad de los porteños haya votado la continuidad de un gobierno de las características del macrista, debe ser tomado como algo de gravedad; no se puede ser indiferente a semejante resultado electoral a tan pocos años del 2001 y de las políticas neoliberales que hundieron al país en la desocupación y la miseria.
Quienes no votamos a Mauricio hemos de pensar qué pasó y hacer algo en consecuencia. ¿Qué nos faltó hacer, para que tantos afectados por la crisis del 2001 vuelvan a favorecer a sus explotadores y verdugos? ¿Cómo es que por una cuestión de forma, de maneras, de modales, de marketing, resulte que los grandes protagonistas de la debacle sean elegidos por sobre los que enfrentaron al modelo y/o llevaron a cabo políticas que dieron respiro y hasta en muchos casos bienestar? ¿Qué vamos a hacer para que el racismo y el odio hacia el indigente no ganen la preferencia y la conciencia de los sectores medios y populares y en su lugar se desarrolle la sensibilidad y el compromiso necesario para buscar una solución justa y digna, sin asistencialismo, sin clientelismo?
De nosotros, de quienes no lo votamos, quienes sentimos mucha preocupación por este resultado, depende. Nada es poco, nada es suficiente, para ganar las conciencias cuando el deseo de los buenos sueños existe, cuando la justicia y el bien común requieren nuestro esfuerzo para que no gane la tristeza del sálvese quién pueda y triunfen los deseos de una tierra para todos.
1 comentario:
Seria interesante q el centro se pronuncie x la independencia de todo sector patronal, tanto macrista como oficialista. Independiente de los q desfinancian la educacion en la Capital y el resto del pais, d los q reprimen y matan a los q reclaman vivienda como en el Indoamericano y ahora en jujuy. Esa es la respuesta tanto e la opocisión como del gob K a los problemas estructurales de los de abajo cuando salen a reclamar lo q es suyo. Hubiese sido interesante q convoquen a una asamblea para q tenga legitimidad un pronunciamiento del centro.
Germán ((En la Juventud del PTS))
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