La única condición que tienen aquellos que cursarán sin ser regulares, es que el total de materias que estarán habilitados para cursar está relacionado con la cantidad de finales que tengan adeudados (es decir, aquellas materias que tienen aprobadas las cursadas pero no los finales).
T = 8 - X
Ese total se determina con la relación:
donde: T = Total de materias que se pueden cursar
X = Cantidad de finales adeudados.
No obstante, si la cantidad de finales adeudados fuese 8 o más, igual estamos siempre habilitados a cursar aunque sea 1 materia.
Insistimos fuertemente con esto, pues el hecho de cursar al menos una materia mantiene al estudiante en contacto frecuente con la Facultad, los docentes y, sobre todo, los compañeros. Y creemos que eso, a su vez, evita un alejamiento del ámbito académico que propicia, en cierta forma, no sólo la desmotivación y el desaliento, sino también el abandono de los hábitos de estudio, cosa que con el tiempo se hace difícil retomar.
Por eso celebramos esto como una conquista, porque ahora todos los estudiantes tenemos la posibilidad de seguir cursando, incluso aunque hayamos tenido un mal año y no haber podido cumplir con los dos finales que exige la condición de regularidad.
Esto es un paso más hacia el horizonte que nos proponemos como agrupación y como Centro de Estudiantes de una Universidad inclusiva, de los trabajadores, que contemple nuestras dificultades y que, sin reducir la exigencia ni la calidad académica, no nos quite posibilidades de venir, cursar, rendir y sentirnos parte activa de esta casa de altos estudios.
Por favor, LEER Y DIFUNDIR.
Este tipo de medidas/resoluciones tienen impacto directo en la vida universitaria de muchos compañeros.
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